lunes, 14 de febrero de 2011

Aqui estoy de nuevo



De nuevo vuelvo a sentir esas ansias de escribir, quitada las mordaza que me tuvo atado tanto tiempo. Hoy vuelve la palabra, últimamente dormida; Hoy luce con fuerza el sol y de repente todo despierta de su letargo invernal.
Vuelvo a sentir la necesidad de vagar en silencio, y expresar a la vez  los sentimientos adormecidos. Vuelve la pasion de vivir, el hastío de saber que gran parte de las cosas ya estan dichas, pero da igual, en el fondo es una actitud misteriosa, que invita a superarse, que forma parte de un entorno convulsivo, pero muy atractivo.
Regresan esas palabras que arrastran hacia una tormenta interior, cual Rio Salvaje que se desliza por la pronunciada pendiente de mi cerebro rebelde y alocado, hasta posarse en mis retinas cual fotograma permanente convertido en imágenes de inusitado colorido.

Recuerdos de  tantos dias ya olvidados, como sutil poesía de ese ayer ya pasado, que cual llama encendida, alumbra mi interior, rompiendo el silencio, para salir de la rutina y de la monotonía.
Hoy el día avanza rápido, el cielo despejado hace que brillen los montes y valles. Los ojos desean respirar y salir de ese sueño profundo, contagiando a la mente, que anhela la llegada de la primavera, que nos traerá nuevos días de calma, tranquilidad y sosiego.
Llega la nueva brisa, que recorriendo todo el cuerpo, invita a airear, nuestra alegría, contagiando de ese entusiasmo a todos los que nos rodean.

Ya se ve brotar con fuerza a la naturaleza, comienzan a florecer los jardines y hasta el teclado de nuestro ordenador, se escucha con renovada intensidad, como notas acompasados y alegres suspiros que van de nube en nube, buscando a familiares y amigos.
A veces se escuchan  llantos por sueños no cumplidos, lágrimas que mojan las hojas de una historia pero también hay romances ocultos, que ilustran y embellecen el paso del tiempo, los acontecimientos se suceden sin descanso; la tarde dice adios a la mañana, las sombras nocturnas ocultan la luz del día, y en el silencio de la noche se oye esa voz amiga que repite sin cesar, “aquí estoy de nuevo”,  mientras se cierran los ojos, y escuchando su eco, caemos rendidos, durmiendo placidamente, recostados entre las plumas del olvido, y el subconsciente se pone a saborear la realidad de que hoy, de nuevo vivo.
Así, tras un dulce sueño se escucha un  susurro todavía enredado en el perezoso despertar y mirando al cielo infinito, vuela sin descanso mi pensamiento, tratando de descubrir, nuevas metas, y otros retos y horizontes.
De repente abro los ojos, y siento un  vacío, ausencia de ideas, pero unas ganas infinitas de volver a escribir de nuevo.
Ahora el tiempo ha renovado mi mente, después de un espacio en que pareció permanecer estática, inerte a las caricias del viento, a los amaneceres de mil sueños, a las risas de la madrugada. El tiempo dejó de ser ese anciano humilde varado en las esquina de una calle olvidada y desconocida; que cualquiera en algún momento ùdo pensar que ya no se movería; que su aspecto desaliñado y frágil, cual madera enmohecida , amenazaba con quebrarse en caso que intentar volver a caminar.
Ahora ya  se ha iniciado un nuevo recorrido, saboreando las delicias de este mundo donde las cosas suceden a velocidades impensables donde todos nos encontramos sumergidos en el pensamiento de la ilusión o la amargura, la nostalgia, la esperanza o te encuentras acosado por la deprimente presencia de la duda e incertidumbre.
Yo he tratado de atar cabos, he repasado meticulosamente, el ayer, cada gesto, cada palabra, cada espasmo, cada risa; para saber a ciencia cierta si cada uno de esos factores que construyeron la eternidad, tuvo su existencia en el momento exacto, en el instante preciso, que se desarrollaron los acontecimientos Porque es necesario preguntarse, ¿qué sería de nosotros de no haber sido nosotros?, ¿qué habría pasado en nuestras vidas si no hubiéramos  contemplado los matices de la eternidad?, ¿Estaríamos ahora hundidos en la agonía del abatimiento?, ¿Habrías imaginado tal vez mirar solo el pasado, y acaso, aunque fuera por un instante, estar aturdidos por el presente, sin vivir motivados e ilusionados por el fututo?
Lo peor de todo, es que en la  historia de la vida no existieron culpables, sólo cómplices; cómplices de un delito planeado con suma precisión, todos participamos en construir palacios de arena y agua, deshacemos incrédulamente nuestro mal gastado espíritu, agotados por la constante presencia de la distancia. Tal vez eso, nos hace  pensar ahora, que esa lucha interior un tanto agónica, marcó los cimientos de una nueva era; una era de recuerdos, de mensajes y de nuevas ilusiones..
No sé cuánto tiempo habrá de transcurrir, para que  nuevamente se inicie ese baile constelar, en donde aparezca un astro más en el cenit nocturno; en donde intentemos confundirnos con el resto de luceros que pueblan el firmamento, haciéndonos pasar por esas estrellas con un fulgor semejante al fuego abrasador de las constelaciones.

Sin olvidar nunca que somos distintos, que nuestra estela a veces se difumina en el sendero del olvido, que esa distancia infinita que separa las galaxias de nuestro planeta, hace que divaguemos por el especio del olvido y la indiferencia
¡Hasta pronto! he de despedirme, por esta vez. ¡Hasta pronto! prometo que volvere. Una nueva eternidad comienza; largo será el camino,  muchos los años, que espero, me de el destino… procuraré hacer un alto en el camino, para contar nuevas experiencias, vivencias, anécdotas, sueños,  fantasías  y aventuras, que cada día nos depara la vida.

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