miércoles, 2 de mayo de 2012

El DEPORTISTA


EL DEPORTISTA
Nazar, tenía su frontón y campo de fútbol, pero de niños, aunque jugabamos con pelotas de trapo al balón, y hacíamos nuestros pinitos en el frontón también con pelotas muy rudimentarias que nosotros mismos confeccionábamos, el mayor tiempo (que era mucho), lo pasábamos jugando en la calle principalmente a  juegos den niños, tal como detallo mas extensamente en otro artículo.

Al llegar al Colegio, al principio tal vez tímido y de pueblo, me costó dar la cara y meterme de lleno esa actitud deportiva que posteriormente tanto me entusiasmó y me caracterizó y practiqué; pero una vez que me inicie, rápidamente comencé a destacar en todas las facetas, desde atletismo hasta fútbol y balonmano y por supuesto la pelota a mano, ya que se disponían de instalaciones propias para ello y al estar el frontón cubierto, en los recreos era normal practicar ese deporte con asiduidad.
Unicamente el baloncesto, apenas conocido, quedaba al margen, si bien no tardaron en llegar las primeras “canastas” bajo la influencia americana de la pos-guerra.
Conforme fui creciendo me adapté perfectamente a las diferentes actividades destacando en todas ellas, pasando a capitanear y encabezar la mayoría de las secciones deportivas (desde juegos infantiles, hasta deportes tradicionales):
-A las canicas era el jugador perfecto, tanto al “GUA” como al triangulo, y en un curso, deje sin canicas a todos los compañeros, teniendo que incautarme el Director mas de 500 para volverlas a repartir-
-Otro juego que se me daba muy bien y me consideraba habilidoso eran las chapas, donde también destacaba en las diferentes modalidades.
_En Atletismo las carreras de fondo se me resistían algo pues me sofocaba bastante, pero en las carreras cortas , saltos y las diferentes modalidades de gimnasia y educación física, las desarrollaba con gran soltura y eficacia.

-Tanto el balonmano como el fútbol, pronto fueron mis deportes favoritos destacando en estos deportes, en cualquier puesto desde la portería hasta la delantera.
Cuando se formaban equipos, los capitanes, solían elegir a los componentes y rápidamente a formar parte del mismo, no tardando mucho en evolucionar y convertirme en capitan del equipo.
Se realizaban competiciones internas, y rara vez nos descolgábamos de los puestos de cabeza, ganando la mayoría de los trofeos disputados.
-La pelota a mano fue la culminación de mi ambición deportiva en el Colegio ya que llegó un momento en que resultaba  difícil competir contra mi, por lo que hubo momentos que se planificaban partidos de DOS, contra MI lo que entrañaba ya bastante dificultad para alzarse con el triunfo.
Conforme fui creciendo el balonmano lo practicaba con mas asiduidad, desempeñándolo en cualquier demarcación; jugando campeonatos entre Colegios cercanos.

Lueego las circunstancias y el destino hizo, que dejara de lado el balonmano y me centrara, ya en el pueblo (Beire) en la practica del Futbol actuando en categorías Regionales y prueferentemente  como delantero centro (con el Nº 9).
Fue una época muy bonita e interesante a pesar de jugar en campos que eran auténticos barrizales y no había en los comienzos ni vestuarios ni duchas para lavarse. Íbamos ya vestidos des casa y después del partido vuelta a casa a ducharse.
Cuando ascendimos de categoría hasta 2ª Regional , se adecuaron las instalaciones .
Esta aventura que duro tres o cuatro años después de la Mili fue muy bonita e interesante, ya que recorrimos la mayoría de los pueblos de Navarra jugando a fútbol, desde la Ribera hasta el Baztán, pasando por Pamplona y La Burunda.
Aficiones dispares, de costumbres y tradiciones diversas, pero aunque a veces se desmadraban algo, eran muy nobles y en general éramos muy bien recibidos.
Recuerdo grandes partidos en Marcilla y Villafranca, en Pitillas y Olite y tambien en Arguedas,  Echarri Aranaz y Elizondo.
Nos desplazábamos en Autobús, que era subvencionado por el resto de aficionados que completaban la expedición, por lo que los jugadores no pagábamos nada.
Para un pueblo pequeño como Beire era un aliciente especial y participaba en el evento la mayoría de la gente, pues resultaba raro que alguien no tuviera algún amigo o familiar formando parte del equipo.
Con 26 año hice mis pinitos con la Peña Sport de Tafalla con los que llegue a entrenar durante unos días, pero lo descarté rápidamente pues mi nuevo trabajo me ataba tanto, que resultaba imposible combinarlo y menos aún, trabajando en Pamplona.

Dentro de la Empresa mantuve mi afición al fútbol y participamos varios años (Tanto trabajando en el Banco de Vizcaya, como en Danone) en el Campeonato de Empresas, llegando un año a la final después de eliminar a AP amortiguadores, uno de los “gallitos”, pero la perdimos contra “La Morris” (Actual WOLVAGEN) equipo por aquel entonces invencible.

Luego continuamos practicando el fútbol organizando partidos amistosos con otras Empresas y también con otros centros de Danone, recordando de manera especial el celebrado precisamente en Cizur (actualmente instalaciones del Ardoi) contra Danone Bilbao, a los que derrotamos en un movido encuentro, con varios penaltis.
Obligado era después del encuentro juntarnos para almorzar y comentar chascarrillos lo que era otro aliciente mas que contribuía a crear un buen ambiente.

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