MIS ESTUDIOS
Todo comenzó , como era natural en Nazar. Un pequeño pueblo
que no llegaba a 200 habitantes, pero con Ayuntamiento propio y disponía de todos
los servicios locales, incluida la escuela, edificio municipal, donde se
ubicaba una dependencia grade en el piso superior para impartir clases a los
niños del pueblo, por supuesto que mixta, donde nos juntábamos una veintena de
ellos de diversas edades en clase con una maestra para todo tipo a enseñanza.
Le llamábamos la “Seña Resu” que asumía todas las tareas de
docencia en los diferentes facetas como única maestra del pueblo.
En la parte inferior estaba la oficina de Secretario del
Ayuntamiento labor que además compartía con los concejos vecinos de Mirafuentes
y Otiñano, a donde se desplazaba varias veces al mes a tratar allí los asuntos
domésticos propios del lugar.
Recuerdo que su medio de transporte era “A pie” incluidos los tempestuosos días de invierno,
cuando la nieve cubría los senderos y caminos vecinales con un espesor
considerable. A veces el caballo, atenuaba el viaje y resultaba más llevadero.
Volviendo a la enseñanza, recuerdo que lo que mas prodigaba
era el Cálculo (las reglas básicas) y la Geografía, teniendo que aprender de
memoria los ríos, montes, y capitales, principalmente de Europa. Era la época
que la religión formaba parte del entorno y se rezaba todos los días y en el
mes de Mayo nos llevaban de excursión a los campos vecinos para recoger flores
y ponérselas (entre cánticos) a la Virgen.
No recuerdo menciones especiales a la Historia, ni a la reciente guerra, ni hacia el Régimen que
gobernaba. Eramos pequeños, pero no guardo en mi mente imágenes de nadie que
quisiera imponer normas o criterios especiales…todo se desarrollaba con
naturalidad, y normal, como niños que éramos y que solo pensábamos en jugar y
jugar…eso sí, siempre en la calle y el mayor problema de los padres era,
reunirnos en casa tanto para las comidas, como para dormir; nuestra vida se
desarrollaba por las calles y en el campo o en el monte que rodeaba al pueblo.
A los 11 años mi Padre (Secretario de Ayuntamiento) sacó una
plaza en BEIRE, pueblo de la Ribera de Navarra y a finales del verano del año
1954 nos desplazamos a esa localidad, algo mas grande y seguro que mejorando en
calidad de vida y económicamente…pero coincidió con que a finales del verano,
tenia que continuar mis estudios y mi destino era Rentaría consertado a traves
de un cuñado de mi tía Flora (religioso de los Hno. Corazonistas, dedicados
exclusivamente a la enseñanza).
Se concertó mi ingreso ya desde Nazar para que
a finales de Septiembre me incorporara para continuar mis estudios como interno en Telleri, colegio
cerca de del piso de mi “Tia flora” donde me podía presentar en un par de minutos.
Por cierto que de ella guardo de los 4 años que permaneci
alli un recuerdo imborrable.
Ella era como mi segunda madre, pues me repasaba la ropa, me
subía bocadillos, me visitaba a menudo y casi todos los fines de semana iba a
comer a su casa y con mi tío Aurelio, su
marido, realizábamos salidas a pescar, tarea arriesgada cuando nos
desplazábamos a los acantilados del Jaizquibel, donde los percebes eran recogidos
con gran riesgo, de entre las rocas, esquivando el oleaje, ante mi atenta y
sorprendida mirada.
La vida del Colegio transcurría feliz entre los estudios y
el deporte y por supuesto, los rezos matinales, en las comidas y por la noche.
LOS ESTUDIOS: Llegaba de un Pueblo y tenía que
afrontar la 1ª dificultad (primer curso llamado de “Ingresos”) que había que
superar para entrar en el Bachiller que eran CUATRO año mas la REVALIDA.
Fuí superando el curso sin dificultades, pues parece estaba bastante bien preparado, gracias
a que mi padre me daba lo que se podríamos llamar “Clases particulares….).
Superado sin dificultad el primer año inicié al año siguiente
el BACHILLERATO llamado “Elemental”.
¡Fue un paseo triunfal! Ya que desde el inicio conseguí la
primera plaza y no la solté en los tres cursos siguientes. Recuerdo como
asignaturas principales, Matemáticas, Historia, Geografia y Literatura donde
dominaban y casi diría que nos “atormentaban” los “Dictados” que luego eran
corregidas las faltas intercambiandon os los cuadernos; también dábamos clase de
Dibujo, Latín con sus complicadas
declinaciones, Religión y algo de Francés, ya
que la Congregación tenía sus orígenes en Francia.
Cada mes en el salón de actos, se daban las notas y
puntuaciones globales destacando en mi curso como el primero de clase con puntuaciones
destacadas en todas las ramas o conceptos , rango que no abandoné ningún año.
Los exámenes finales se desarrollaban en el Instituto de
AMARA de S.Sebastián y se desarrollaban por es sistema oral y escrito,
dominando en mis calificaciones los NOTABLES y SOBRESALIENTES, y raramente
alguna MATRICULA de HONOR; precisamente, la primera que recuerdo fue en
Religión, que acaso sin entenderla con profundidad, esa edad, le recité al
catedrático, llamado Sr. Amorós, (con fama de severo y muy extricto), con tal precisión parábolas y frases del
evangelio, tema mas complicado de la asignatura, y que el preguntaba aleatoriamente,
que casi parecía que leía literalmente
los fragmentos del texto… debió quedar alucinado.
Avanzado el 3º curso y ante el desfase de alumnos que
existía en las clases, la Dirección del Centro optó por pasar alumnos del
Tercer Curso a 4º de Bachiller y como era lógico debían ser los más avanzados
ya que deberían hacer (dos cursos 3º y 4º con su correspondiente revalida en(
en UNO.
Allí me encontré yo
con mozalvetes ya mayores y me costó adaptgarme, dejando de ser el alumno
aventajado, pero (entre Junio y Septiembre) conseguí sacar adelante 3º 4º
y la REVALIDA, consiguiendo el título de
Bachiller Elemental, pero fue el final de una etapa un tanto exitosa: luego
continué con el Bachiller Superior ya con mas dificultades pero sacándolo adelante
en VITORIA, que al terminarlo (dos años, 5º 6º y Reválida) me entregaron el
título de Bachiller Superior.
Después tres años de Magisterio y un 4º año para completar
la carrera con dos asignaturas pendientes y unas tandas de clases de PRACTICAS
en la escuela oficial de S.Francisco, terminadas las cuales se presentaba como
lo que hoy se llamaría la “tesina” o proyecto de fin de carrera que se le entregaba
por escrito al profesor y si daba el VºBº era considerado como Maestro de Primera Enseñanza, es decir que únicamente
podía implantar clases a niño pequeños.
Êl siguiente escalón necesitaba OPOSICIONES, que nunca hice
pues me enrollé en trabajos bastante asequibles y bien remunerados dedicándome
a la Empresa Privada.
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